Obsesiones

Written by | Loop, Opinión

Recientemente me encontré con un artículo titulado: “Por qué quitarme mi fitbit fue la mejor decisión que tomé”. Para aquellos que no conocen este término, fitbit es un monitor de actividad, ejercicio, sueño, nutrición y peso. Así como este, hay muchas otras marcas que ofrecen este tipo de monitores. He notado que, durante los últimos años, traer estos accesorios alrededor de la muñeca es cada vez más común. Este articulo lo leí no porque me interesara saber lo que hace una fitbit, sino porque uso una, y no voy a mentir, me encanta. Así que el titulo despertó mi curiosidad. ¿Por qué fue la mejor decisión que pudo haber tomado?

Dentro de la aplicación, donde se guardan todos los datos que se monitorean, también se puede agregar lo que se come (para tener un “diario” de calorías ingeridas) y todo lo que tomas (para saber si estás tomando suficiente agua). Esta información se agrega para tener una mayor precisión en los datos, es decir, para tener un mejor panorama de tu salud. Antes de utilizar este tipo de artefactos no pensamos que los necesitamos, antes de tener un monitor no sabía cuántos pasos daba o mi calidad de sueño, tras una semana de utilizarla pensaba «¿cómo es que viví tanto tiempo sin saber esto?». Confieso que, al leer el artículo, me sentía un poco identificada, pues todos esos buenos sentimientos que describía en torno a la información que te proporciona la fitbit en verdad los tengo. Mas, a medida que iba leyendo, iba entendiendo que, para muchos, este tipo de información en realidad puede ser dañina.

Es tan fácil utilizar estas cosas, y tanto el deseo de saber cada vez más sobre ti mismo, que se puede llegar a convertir en una obsesión. Una obsesión que, en lugar de ayudarte a saber de ti, te lastima cada vez más. “Hoy no cumplí mi meta de pasos, mañana tengo que caminar más”, porque sí, tienes una meta de pasos diaria, que, en realidad no pasa mucho si no la cumples, tal vez solo te decepcionas de ti. Pero esta decepción, a largo plazo, es lo que te mata, lo que hace que te sientas mal contigo mismo y lo que te hace dependiente de un aparato del cual necesitas escuchar un “buen trabajo”.

De no haber sido por este artículo, tal vez no me hubiera puesto a pensar en todo lo que implica tener este tipo de monitores. Pero claro, un pensamiento lleva a otro y en tan poco tiempo, llegué a la conclusión de que este problema no es solamente con dispositivos que te dicen qué tan bien comes, caminas o duermes, pasa con todo tipo de tecnología. Me parece que ha llegado una etapa en la que estamos obsesionados con todo lo que podemos llegar a hacer y saber con ella. En realidad, estas obsesiones en lugar de ayudarnos, nos lastiman y es así como se está perdiendo el sentido de la tecnología, que es ayudarnos.

Paola Osorio Escobar
paola.osorioer@udlap.mx

Last modified: 16 marzo, 2017