Fórmulas para ser un gran escritor

Written by | Literatura, ahora, Opinión

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¿Qué hace al escritor? Algunos dirán que el talento, otros que la práctica, y muchos que ambos. Algunas universidades han empezado a incorporar cursos, carreras, maestrías o especializaciones en creación literaria. Para no irme muy lejos, en la carrera de Literatura de nuestra universidad, existen algunos cursos de creación. Entonces, nos debería nacer la pregunta: ¿estudiar una licenciatura o tomar un curso especializado para escritura te hace un mejor escritor?

Algunos lo verán de manera simple: más práctica nos lleva a mejor escritura. Si quieres aprender algún otro oficio, lo aprendes en talleres o estudiando, ¿por qué no sería lo mismo en el caso de la literatura? Qué hace del escribir obras algo tan alejado y, algunas veces, inalcanzable. ¿Es posible que algunos de nosotros, mortales a fin de cuentas, alcancemos la fama inmortal de personas como Lope de Vega, Cervantes, Borges, Paz y ese grupo de grandes autores que parece tan lejano?

Vamos, primero, por las carreras, maestrías, doctorados y cursos en Literatura. Su misión no es que salgas escribiendo poesía o prosa; incluso, todo lo contrario. En general, a lo que esta área está dedicada es al estudio literario. Los únicos textos que podrías salir escribiendo perfecto son ensayos, análisis o artículos de investigación literaria. Sin embargo, la lectura y el análisis sí ayudan, hasta cierto punto.

Muchos autores recomiendan dos cosas para alcanzar el escribir bien: lectura y práctica. Una licenciatura en Literatura proporciona el primer factor; la lectura. Los libros son como pequeños maestros de aquello que ya se hizo, en lo que ya se trabajó; el pasado. No obstante, uno no puede comenzar a escribir sin antecedentes. Es más, como dice el dicho: “para romper las reglas, primero hay que conocerlas”. La literatura le podría dar a una persona la oportunidad de obtener buenos ejemplos de imágenes, formas, ritmos, obras y estilo, pero nada más. Para esto, uno no necesita una carrera de cuatro años.

En el caso de los talleres de creación, proporcionan el otro rasgo, la práctica. Ahora bien, aquí sucede otra cosa que hace a los alumnos totalmente dependientes el tipo de curso y la manera de instrucción. En primer lugar, necesitan un muy buen maestro, que sea capaz de decirte “tu texto es una basura”, claro, si es el caso. Ante esto, la siguiente frase se puede aplicar: “the greatest enemy of knowledge is not ignorance, it is the illusión of knowledge” (Daniel J. Boorstin). En la escritura, el problema no es el no saber escribir bien, sino que cuando escribes mal pienses lo contrario. Así mismo, se necesita ser autocrítico y tratar diferentes estilos y formatos para mejorar lo más posible. Sin embargo, y por desgracia, la práctica tampoco garantiza mucho. Existe una gran diferencia entre aprender a escribir bien y poder crear buenos cuentos, poemas o incluso ensayos. La escritura no se detiene en saber usar el idioma, sino en saber cómo innovar con él.

En realidad, nada asegura el éxito en nuestra vida. No puedo decir que alguien que lea mucho, estudie Literatura y tal vez después aprenda escritura creativa; terminará siendo el próximo premio Nóbel de Literatura o sea un autor que recordemos dentro de doscientos años. Lo que sí puedo decir es que algo es mejor que nada.

El problema al que se enfrenta un escritor es que no hay reglas ni mañas para escribir mejor (sin tomar en cuenta reglas ortográficas, sintácticas y las que todos utilizamos al escribir y hablar). No hay un manual de “sé el premio Nóbel en dos años”, eso no se puede hacer en literatura ni en las artes. A lo único que se puede aspirar es a ser lo suficientemente original para influir sobre otros escritores. Conocer lo que ya se hizo, y con algo de refinamiento, redefinir lo que sigue. Un trabajo nada fácil, pero alcanzable.

Rodrigo Lichtle Ventosa
rodrigo.lichtleva@udlap.mx

Last modified: 5 octubre, 2016