Libro de la semana

Mismo día, diferente año: La historia que no es igual y sin embargo suena.

Después del sismo que azotara diferentes estados del país, y que zarandeara a la gente para bien o para mal, resurgieron textos que bien parecían hablarnos, llamándonos a la...

Libro de la semana: 317 kilómetros y dos salidas de emergencias

Alguna vez alguien me dijo: «tú no escoges a los libros, ellos te escogen a ti». Esas palabras regresaron a mi mente años después, cuando tuve entre mis manos el libro de...

Libro de la semana: El último baile de Charlot

Fabio Stassi nació en Italia un 22 de mayo de 1962. A sus 55 años ha escrito cuatro novelas: Femisteria (2006, premio Vittorini a la mejor primer novela), É finito il nostro...

Poesía imprescindible

Letanía de mis defectos Soy vanidosa, déspota, blasfema; soberbia, altiva, ingrata, desdeñosa; pero conservo aún la tez de rosa. La lumbre del infierno a mí me quema. Es de...

El mercader de Venecia

“Salerio.- Pero estoy seguro que si él pierde su derecho, tú no cogerás su carne. ¿Qué bien ves en ello? Shylock.- Como cebo para los peces. Aunque no sirva para nada más,...

La semilla del Diablo

“Tienes una habitación para ti, ¿lo sabías? … Está empapelada de blanco y amarillo, y hay una camita blanca con barandas amarillas, y no hay ni una gota de negro brujeril...

Libro de la semana: «Elogio del amor» de Alain Badiou

“Se da, por supuesto, un éxtasis al comienzo, pero un amor es ante todo una construcción duradera. Digamos entonces que el amor es una aventura obstinada. El filón aventurero...

Libro de la semana: «La náusea» de Jean-Paul Sartre

Antoine Roquentin, inconscientemente y en contra de su voluntad, es impelido por su espíritu a buscar sus verdades en contra de la sociedad que lo abruma hasta la más profunda...

El profeta

“Amaos, pero no hagáis del amor una cadena: antes bien sea un bullente mar entre las playas de vuestras almas. Llenaos uno a la otra la copa de vino, mas no bebáis del mismo...

Nuevo cuento de cuentos (con teatrito)

“Un día, Cómelas Callando se empelotó de una señorita bien … pero no le dijo: esta boquita es mía, porque no se quería meter en honduras”. Pablo Dolores Ake...